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Derechos humanos. La historia del CELS. De Mignone a Vertbitsky. De Videla a Cristina. Santiago O’Donnell y Mariano Melamed

La historia del CELSBuenos Aires, Editorial Sudamericana, 2015.

Fragmento del prólogo: 

La historia de las violaciones a los derechos humanos en la Argentina de los setenta, de los miles de desaparecidos por la dictadura militar, es mucho más que una historia, pero también es una historia. Desde un punto de vista periodístico, es la historia más importante de los últimos cincuenta años en este país y sigue vigente. Algún día alguien podrá escribir esa historia y entonces dejará de ser actualidad y pasará a ser historia. Mientras tanto, quedan por contar las pequeñas historias que hacen avanzar la historia, una historia que va cambiando a medida que aparecen nuevos personajes y se conjugan con nuevos escenarios, historias que nos acercan un poquito más al final, que será el principio de una nueva historia. Ojalá esta historia sirva para eso. Esta es la historia de un grupo de personas unidas por el deseo de llegar a la verdad y de castigar a los culpables por las desapariciones de esa época a través del sistema legal de la justicia argentina. Fundaron y trabajaron en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la organización no gubernamental que se encargó de llevar adelante la mayoría de los juicios en contra de los represores de la dictadura. Quienes integraron e integran el CELS provienen de distintos lugares y posturas ideológicas, pero dentro de ciertos límites. Casi todos son profesionales, la mayoría abogados, y el arco político va desde la izquierda democrática hasta el liberalismo progresista. Sus fundadores son padres y madres de clase media de jóvenes desaparecidos, como Emilio y Chela Mignone, y Augusto y Laura Conte. A diferencia de sus hijos, que despreciaban la democracia burguesa y querían cambiar el sistema, ellos pensaban que la dictadura que se había llevado a sus hijos era una aberración del sistema. Supieron ver que solo conocerían la verdad sobre las desapariciones y obtendrían justicia para sus víctimas si recuperaban ese sistema, esa democracia tan vapuleada y despreciada por la generación de sus hijos. Con las herramientas legales y políticas de la democracia ayudaron a reconquistar la democracia. A partir de ahí emprendieron un largo camino para darle sentido a esa conquista formal a través de una praxis, un lenguaje, una iconografía, un relato, al fin, una cultura de respeto a los derechos humanos que hoy se ha instalado en nuestra sociedad para dar pelea a distintas corrientes reaccionarias y fundamentalistas. La historia del CELS empieza con sus fundadores pero no termina con ellos. También se destacaron militantes jugados como Jorge Baños, que murió en el asalto al cuartel de La Tablada en 1989, abogados trotskistas que ven en la práctica legal un puesto de lucha prerrevolucionario, como Luis Zamora y Marcelo Parrilli, sobrevivientes de la resistencia peronista como Alicia Oliveira, jóvenes idealistas recién salidos de las universidades como Carolina Varsky y Santiago Felgueras, y profesionales de los derechos humanos, educados y entrenados en Estados Unidos, como Víctor Abramovich, Martín Abregú y Gastón Chillier. Sin embargo, un nombre se destaca entre todos ellos y es el del actual presidente de la organización, Horacio Verbitsky. El influyente periodista de Página/12 es una institución en sí mismo que opaca y visibiliza a la vez al CELS. Actuaciones y relaciones, odios y amores se tocan y se entrecruzan, y aunque Verbitsky dice que para él está todo muy claro, para los miembros del CELS se hace difícil discernir dónde termina la ONG y dónde empieza el periodista. Ni hablar para los de afuera. En la actualidad, además de los juicios a los militares, el CELS monitorea la aprobación de los ascensos militares en el Congreso y participa en distintos programas, proyectos y actividades vinculados con el reclamo por los crímenes de la dictadura. También se ocupa de casos de violencia policial, de abusos en las cárceles y de libertad de expresión. Además prepara proyectos de ley para mejorar la seguridad y el funcionamiento de la justicia, haciendo de nexo entre la demanda social, la vocación de servicio de sus integrantes y los temas de interés de sus donantes.

Fragmento completo y anticipo del libro: http://www.megustaleer.com.ar/libros/derechos-humanos/9789500753104/fragmento/

Nota en diario Página 12:

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-5670-2015-09-07.html

Acerca de los autores:

Santiago O’Donnell es periodista. Actualmente cumple tareas como editor jefe de la sección El Mundo del diario Página 12 y escribe el blog santiagoodonnell.blogspot.com.ar. Comenzó su carrera en el Buenos Aires Herald, pero rápidamente pasó a trabajar en dos de los diarios más importantes de los Estados Unidos: entre 1987 y 1990 en Los Angeles Times y de 1991 a 1994 en The Washington Post. De regreso a la Argentina se incorporó a la redacción del diario La Nación, para luego ser editor general del semanario TXT. Es autor de los exitosos ArgenLeaks. Los cables de Washington sobre la Argentina, de la A a la Z y PolitiLeaks. Todo lo que la política argentina quiso esconder, ambos de Sudamericana. Mariano Melamed es periodista y realizador audiovisual. En 2009 se incorporó como cronista al servicio en español de Radio France In ternationale (RFI) en París. En la Argentina publicó artículos en los diarios Perfil, Clarín y La Nación y en las revistas Playboy, TXT, Mercado, Brando y El Planeta Urbano, entre otras. En el exterior colaboró en The Washington Post (EE.UU.) y publicó crónicas en las revistas Surcos (Chile), Etiqueta Negra (Perú), Travesías (México) y Resumen Latinoamericano (España).